La mansión La Loma, de Los Cocos, fue construida en 1918 por orden de don José Pedro Majorel. En esta señorial casona, diseño del arquitecto Goldamen, pasó junto a su esposa,  Victoria Crenna de Majorel, muchos años de su vida. A su muerte, el 20 de mayo de 1971, José Majorel legó la propiedad al Estado Nacional, específicamente al Ministerio de Cultura y Educación, a efectos de que La Loma conserve y exhiba las obras de arte que atesoraba para las futuras generaciones. Y sobretodo, llevado por su enorme amor a quien fuera su esposa, en resguardo y permanente exposición de sus obras. Pedro Majorel  falleció a los 93 años.

La Loma, fue un lugar de encuentro y descanso de numerosas figuras del quehacer artístico y científico. A lo largo de sus cuarenta años de esplendor (1920-1960), sus salones recibieron a distinguidos visitantes, muchos de ellos alojados en calidad de huéspedes durante períodos de diversa extensión. Algunos de ellos, como el pintor Alfredo Guido, trabajó largas temporadas en la hospitalaria casona. Puede mencionarse también a la poetiza Alfonsina Storni; el escritor Arturo Capdevila; los pintores Italo Botti, Antonio Vena, el pintor Alfredo Guido, el músico Carlos Guastavino, cuyos acordes sonaron tantas veces en los cálidos salones de Dª Victoria, los escultores Fioravanti y Pondal, entre otros. Además de esta pléyade de encumbrados artistas, también fueron habitués de La Loma, el astrónomo Martín Gil, tan querido en Córdoba; el Dr. Gregorio Aráoz Alfaro, una eminencia de la medicina cordobesa, el Dr. Pedro Ara, famoso científico a quien le cupo la trascendente tarea de embalsamar el cuerpo de Evita; el escritor español Claudio Sánchez Albornoz; el pintor Marteau; la cantante María de Pini de Crestia, primera voz del teatro Colón, entre muchos otros ¡Una verdadera época de oro para la cultura de Los Cocos!

Retrato Jose Pedro Majorel

 Dueño de la Mansion La Loma. 

 Pintado por Alfredo Guido, 1925.

Retrato Victoria Crenna

Dueña de la Mansión La Loma 

Pintado por Alfredo Guido, 1925.